Si. Escucho voces. Ahora voy a pensar que ustedes piensan que soy esquizofrénico. Si bueno… un poco capaz. Pero intento disimular, como todos. Voces. Voces que me dicen algo de Newell’s. Puro chamuyo. No entiendo nada. Dicen algo de “duro”. Que se yo… Más política en el deporte. Es guita nomás. No Newell’s… TODOS.
sábado, 10 de septiembre de 2011
Retorno
Y es que todavía no sé cómo funciono. Ya estoy medio podrido del diario bajón; habrá resultado cómico (autocómico) en algún momento pero hoy resulta crónica depresiva, suicida y diagnóstico para rivotril. Expectativas, viaje místico, conocer un lugar, conocerme, conocerlo... Y con lo único que me voy es con el sabor amargo de la hoja de coca. Aliento a puma y más soledad. Viendo olas de una laguna que cambia de aguas a medida que se acerca la ciudad que marca el fin de una travesía. Risa, anhelos y más expectativas. Escucharse. Escucharme. El ruido monótono de un motor averiado en una tabla de madera al final de una lancha. "Olor a Perú". Olor a dolor. Olor a estar vivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario