sábado, 10 de septiembre de 2011

Cusco

Es difícil escribir en lo alto: falta el aire y el cuerpo está pesado. La coca activa, pero no da respiro. Un silloncito antiguo que te envuelve. Colores... Por todos lados. Es cierto que alegran (y yo de negro). Callecitas y callejones, piedra, coya, falsa alpaca y mucha plata que se escapa de las manos. Un Chamán que te viaja al septrionismo y la fe más puesta que nunca en la inexistencia de las casualidades mientras escuchas un consejo que nunca te dieron: "si querés estar con alguien: NO LO DIGAS".

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