Si. Escucho voces. Ahora voy a pensar que ustedes piensan que soy esquizofrénico. Si bueno… un poco capaz. Pero intento disimular, como todos. Voces. Voces que me dicen algo de Newell’s. Puro chamuyo. No entiendo nada. Dicen algo de “duro”. Que se yo… Más política en el deporte. Es guita nomás. No Newell’s… TODOS.
sábado, 22 de enero de 2011
EDGE II
Mi cuadernito lleno de arena. Una playa de nombre eclesiástico. Cosas raras que pasan y no se como interpretar. El sol que dibuja sombras en la arena. Ausencia total de chongos que nublen la mente. Me siento intoxicado. Extraño mis verduras y mi voluntad de poder. Franco me dijo anoche algo de conocerse. Que la introspección no es hacerse la cabeza. Yo ya no se cuál es la diferencia. Leo “el libro de arena” y no entiendo un pomo. Ser feliz no cuesta nada. Es una cuestión de fe. Una actitud. Pero es tan falsa como la verdad. Tan volátil como la mentira. Y la utopía que significa, la imagen onírica, el eterno retorno de la espiral del tiempo. Fritz te dice que el budismo es nihilista. Tiene razón. La vida es sufrimiento, y el deseo su motor. Ludovica te dice que vuelvas al yoga y a la alimentación ayurvédica. Lo más curioso de todo es que el cuerpo te lo pide. Los chicos no entendían que necesitaba irme para poder volver. Porque ya no estaba allá. Ahora es como que tampoco estoy acá. Y justo en el pensamiento suicida te tapa una sombra. Me agota buscar significados. No quiero más tener que pedir abrazos. No quiero más tener miedo de darlos. Aun sabiendo que soy rechazado.
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