Todo lo que comemos muere.
Si somos lo que comemos, comemos muerte. Todos los días ingerimos la conciencia de muerte. Cada bocado que entra es un paso hacia el final, falsa ilusión de crecimiento y construcción. Crecimiento y construcción necesaria para el colapso final. Ahora entiendo la importancia del ayuno. Y como todo... te da y te quita. Equilibrio. Transformación.
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